Llegada a Pekín. La capital de China es el centro de la política, cultura y educación desde hace más de 850 años. Testigo de la antigua grandeza imperial ha sabido conservar templos, palacios, y antiguos barrios residenciales, los hutongs, pero también ofrece un aspecto muy moderno con edificios y construcciones vanguardistas. Por si fuera poco, en su entorno podemos contemplar una de las siete maravillas del mundo, la Gran Muralla.

• Asistencia por su guia y traslado al hotel.
• CHECK IN: A partir de las 15.00hrs
• Almuerzo o cena en restaurante local de comida china (según horario de llegada del vuelo)

• Desayuno.
• Paseo por la Antigua Calle Qianmen, una calle comercial peatonal que combina lo antiguo y lo moderno, con la histórica botica Tongrentang y el restaurante Quanjude, junto a tiendas actuales.

• Visita a la Plaza de Tian’anmen, la plaza más grande de China, con su Monumento a los Héroes del Pueblo y la Puerta de Tian’anmen, desde donde Mao Zedong proclamó la República Popular de China en 1949.

• Visita a la Ciudad Prohibida, el mayor complejo palaciego del mundo con más de 9.000 salones.

• Almuerzo.

• Visita al Parque de Jingshan (Colina de Carbón) para vistas panorámicas de la Ciudad Prohibida y al Templo de Yong’an, donde se encuentra la Dagoba Blanca.

• Paseo por el Parque Beihai, visitando el Templo de Xitian Fanjing y el Muro de los Nueve Dragones.

• Cena Pato Laqueado.

• Traslado al hotel. Alojamiento.

• Desayuno.

• Excursión a la Gran Muralla China (Zona Mutianyu), declarada en 1987 Monumento Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Comenzó a construirse en el s. V a. C., siendo el emperador Qin Shi Huang quien inició su construcción como muro defensivo en el s. III a. C. Si sumáramos todas sus ramificaciones tiene más de 21.000 kilómetros, extendiéndose desde la frontera con Corea hasta el Desierto de Gobi, formando parte de la Ruta de la Seda.

• Almuerzo.

• Visita al Palacio de Verano. Utilizado como jardín imperial por varias dinastías, se convirtió en un agradable refugio que la dinastía Qing utilizó para escapar de los calurosos veranos de la Ciudad Prohibida.

• Cena en Casa Bai. Cocina tradicional imperial en un recinto decorado al uso antiguo como en los antiguos palacios imperiales donde todos los detalles están cuidados, y todo el personal tiene su función tal y como establecía el protocolo de la época. Sin duda, una gran experiencia.

• Traslado al hotel.

• Desayuno.

• Comenzaremos el día visitando el antiguo Templo de los Lamas, o Yonghegong, que fue construido originalmente a fines del siglo XVII como residencia imperial, pero se convirtió en lamasería en 1744 y ahora es uno de los templos del budismo tibetano más famosos fuera del Tíbet.

• Visita a uno de los famosos Hutongs. Se conoce como hutong a los callejones que componen el casco antiguo de las ciudades chinas, repletos de viviendas en torno a un patio cuadrado en los que los habitantes llevan una vida tradicional.

• Almuerzo.

• Visita al Templo de Confucio, el segundo mayor templo confucionista de toda China, después del de Qufu, la ciudad natal de Confucio. El templo fue originalmente construido en 1302 para honrar y ofrecer sacrificios a Confucio, y hoy cuenta con numerosas estatuas y esculturas dignas de nota, así como cientos de estelas de piedra registrando los nombres de los estudiosos que pasaron el Examen Imperial para ingresar en el cuerpo de funcionarios del Imperio.

• En el centro de Pekín encontramos la Torre de la Campana (Gulou) y justo enfrente de ella la Torre del Tambor (Zhonglou). Ubicadas sobre un histórico barrio de hutongs, son dos emblemáticos edificios que marcaron el ritmo de vida del antiguo Pekín. Además de ser importantes instrumentos musicales en la antigua China, el tambor y la campana han constituido una parte importante de la historia del pueblo chino, indicando las horas desde tiempos inmemoriales.

• Asistencia a Espectáculo de Acrobacia.

• Traslado al hotel.

• Desayuno.

• Visita al Templo del Cielo, Tiāntán, es el lugar donde los emperadores Ming y Qing celebraban los ritos y sacrificios para rendir homenaje al cielo y rogar por las buenas cosechas. Está situado en un enorme parque donde los pekineses van a relajarse, hacer diferentes ejercicios físicos y practicar caligrafía tradicional en el suelo.

• Almuerzo.

• Traslado al hotel.

• Alojamiento.

• Asistencia a La Ópera de Pekín, un arte escénico que integra el canto, la recitación, la actuación teatral y las artes marciales. Está considerada como una de las máximas expresiones de la cultura de China.

• Alojamiento.

• Desayuno.

• Día libre para actividades personales.

• Traslado al aeropuerto o estación.